Cuando el rayo que libera
llega a la vida uno
se levanta fuego y humo,
y ya no es lo que antes era,
renace una primavera
y termina todo aquel miedo
que oprimía a mi credo
de libertad y justicia,
y comienza la delicia
de iniciar un nuevo ruedo.
Sonrio ante ti, observando feliz como abordas el carruaje para encontrar el sublime tesoro, te veo partir y me doy cuenta que soy tu.
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