lunes, 20 de febrero de 2012

Mariposa

De ti quisiera el infinito de tus ojos,
anhelo la excelsa invocación 
que surja de tus labios cual mandato
y que un solo ser nos hagamos los dos.

Que de la herida abierta de mi pecho surja
el hielo del vacío, para ser consumido
por el ardiente fuego de tu esencia
¡y así, no nos separen nunca!

De tu sangre teñire mis sentires,
de tu aliento tejere en mis telares,
de tu voz creare melodías
y de mi llanto tu crearas los mares.

Y cuando mi carne a la tierra vuelva
crearas de ella nueva vida,
para que ya sea que en mariposa vengas
y te poses en mi tu flor de cada día.

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